Francisca Valdivieso, vocera de la Fundación Voces Católicas, es médico ginecóloga, le apasiona la bioética, cuenta con un magíster de la PUC y hace docencia en la Universidad Finis Terrae. “Cuando leí la Dignitas infinita me encantó, pero siento que no basta, debemos buscar la forma de hacerla llegar a profesores de colegios católicos, profesores universitarios, sacerdotes, alumnos de colegios, alumnos universitarios, incluso agnósticos, porque entrega mucha información y argumentos que nos ayudarán en la discusión de temas como el aborto o la eutanasia”, enfatiza en esta entrevista.
¿Por qué crees que el Dicasterio de la Fe decidió elaborar este documento?
Pienso que lo escribió más que nada por todo lo que está ocurriendo en el mundo en relación al aborto y la eutanasia. En cuántos países se ha legalizado el aborto y en cuántos otros se está discutiendo legalizar la eutanasia. Creo que esos dos temas son el centro del documento, más que la migración o la pobreza
¿Era necesario aclarar el tema de la dignidad humana a través de un documento?
Sí, era muy necesario, pero el documento no es suficiente, no lo va a leer nadie que no se dedique a la bioética como yo. Ningún católico se lo va a leer. Por eso es necesario resumirlo y explicárselo a los profesores de colegios católicos, profesores universitarios, sacerdotes, alumnos de colegios, alumnos universitarios del área de la salud, derecho y filosofía, incluso agnósticos, personas que adhieran o no a la fe católica. Dar charlas, clases, invitando a reflexionar, es la única manera de que podamos conversar sobre estos temas y la gente se informe. Nuestra misión es transmitir y educar.
De acuerdo al texto, ¿de dónde proviene esta dignidad humana?
El texto distingue entre tres dignidades: la ontológica, que la tiene el ser humano por el solo hecho de provenir de la especie y no se pierde nunca, creamos o no en Dios. La dignidad moral, que es la que se pierde al hacer el mal, por ejemplo, en el caso de un asesino o violador; la social, que la pierden las personas que viven en situación de pobreza extrema o miseria; y la existencial, que tiene que ver con las personas que padecen enfermedades crónicas, que no les permiten llevar una vida digna, puede ser que esté en estado vegetal, o que sufra un cáncer muy doloroso. Esta última se relaciona con la eutanasia. Creer que existe una dignidad ontológica es lo que nos hace respetar siempre una vida humana. A partir de la dignidad existencial es que la gente plantea la eutanasia o piensa en un aborto.
¿Por qué deberíamos leer el documento o por lo menos interiorizarnos de qué trata?
Lo bueno del documento es que nos invita a la reflexión, todas estas distinciones de las dignidades no son un tema de conversación habitual. La gente habla de la pobreza, la inmigración, pero no de la dignidad. Es un texto que entrega mucha información y está muy bien argumentada. Es verdad que no todo el mundo va a creer en una dignidad ontológica, hay diferentes maneras de ver la vida, de razonar, pero cuando uno no cree en la dignidad ontológica pasan cosas tremendas en la humanidad como el exterminio nazi o la esclavitud. Cuando le doy la dignidad a una persona por el solo hecho de pertenecer a la especie es menos probable que ocurran atrocidades.
¿Qué es lo que más te llamó la atención del documento?
Me gustó mucho, porque la Iglesia se mete en el tema de la guerra, la trata de personas, abusos sexuales, el aborto, la maternidad subrogada, el cambio de sexo; en fin, en temas muy actuales, pero lo que más me llamó la atención fue que el Papa hablara de la violencia digital, un tema muy de vanguardia, que jamás pensé que tocaría.
¿Cuáles son los puntos más importantes que menciona el documento?
Yo pensé que me iba a encontrar con sólo el aborto y eutanasia, pero abarca mucho más. Pienso que para la sociedad es más difícil el tema del aborto y de la eutanasia, sobre todo de la eutanasia, es muy difícil encontrar personas que estén convencidas y apoyen el suicidio asistido, puesto que estoy usando a un tercero para matar a otro. Es muy humano querer evitar el dolor, por lo que es esperable estar de acuerdo con la eutanasia, lo importante es que todos queramos evitarlo, pero sin quitar la vida a la persona, matarla no es la única forma de evitar el dolor, existen cuidados paliativos adecuados. Y esto es lo importante, que nos informemos para poder hablar de esto, debemos transmitir estos mensajes y explicar bien estos conceptos.